Pese a los avances recientes en la reducción de la brecha de género, las normas sociales vigentes y los estereotipos de género todavía asignan roles, capacidades y responsabilidades diferenciadas entre mujeres y hombres. En América Latina y el Caribe, las disparidades en materia de salarios, estabilidad laboral y distribución de las tareas domésticas y de cuidado infantil no remuneradas la llamada “doble carga” del empleo-- son especialmente notorias, y la pandemia COVID-19 no ha hecho otra cosa que agravar la situación de las mujeres en estos y otros entornos. Con esta nota de política se busca informar la discusión sobre cómo cerrar la brecha de género desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento. La idea es promover el diseño de políticas y estructuras de incentivos que tengan en cuenta factores cruciales en el proceso de toma de decisiones de las beneficiarias. Herramientas como los modelos a seguir y otros efectos de pares, los microincentivos y las capacitaciones en habilidades socioemocionales, entre otras, pueden emplearse para combatir todo un conjunto de creencias, normas sociales y patrones culturales restrictivos que todavía imperan en América Latina, el Caribe y en el mundo en general. Continuar los esfuerzos encaminados a reducir las disparidades de género no solo beneficiaría a las mujeres; la evidencia apunta a que su participación mejora los resultados económicos, impulsa una mayor inversión en protección social, conduce a una paz más sostenible y promueve la acción climática.
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Autor: Rojas Méndez, Ana María
Fecha: Enero 2.022
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